Decía Nietzsche que no había nada más hipócrita que querer eliminar la propia hipocresía, y es que durante los últimos días estamos viviendo grandes dosis de la misma.
Desde Diciembre llevaban sonando tambores de guerra en Europa del Este entorno a Ucrania. Para rebajar las tensiones, vimos como líderes mundiales se reunían de urgencia con el presidente ruso, tratando de negociar lo que Putin ya tenía en mente. Por un lado, Estados Unidos lanzaba amenazas "preventivas" de las graves consecuencias que esto tendría para Rusia. Por otro, veíamos a la Unión Europea representada principalmente por Macron negociando la vía diplomática.
Entre tanto y tanto, Vladimir Putin conseguía tiempo para que los Juegos Olímpicos de su amigo y aliado Xi terminasen en paz, mareando a occidente a sabiendas de lo que venía.
Pero, ¿Qué hace diferente a Ucrania de otros países que llevan años en guerra y con miles de muertos?
Pues principalmente los intereses económicos y militares de geo estrategia. Por parte de Rusia tenemos intereses de tener acceso a aguas cálidas durante el invierno desde la península de Crimea, así como producciones de materias primas en Ucrania y el alma y corazón del nacimiento de la cultura rusa, Kiev. Por parte de occidente, se dice que Ucrania es el granero de Europa, y hace de intermediario entre la OTAN y Rusia con su territorio.
Esto hace que este país tome relevancia entre los países del entorno (hasta cierto punto), y no se olviden de él como ya hicieron con Siria (11 años de guerra civil aún sin acabar), Afganistán o Israel con Palestina, entre muchos otros casos...
Ahora que un buen porcentaje del territorio ucraniano está invadido y que parece que todo quedará nuevamente en meras sanciones económicas que poco le importan a Putin, vemos a las bolsas mundiales rebotar y respirar, porque significa que podemos seguir haciendo nuestros negocios tranquilamente desde nuestra oficina, casa o lugar (Nótese la ironía).
Lo que está claro es que dependiendo de donde ocurra, las vidas humanas valen más o menos, aunque sea muy triste afirmarlo. Y cuando EEUU no tiene grandes intereses económicos de por medio, le es realmente indiferente lo que ocurra, por mucho teatro mediático que veamos. La Unión Europea no es más que un pelele a nivel mundial, una organización lenta en todos los sentidos en la toma de decisiones, con un sentimiento muy bonito y utópico, pero poco práctico en la realidad, y que durante las próximas décadas solo perderá relevancia a nivel mundial.
Por parte de Rusia debemos comprender que tienen una mentalidad muy diferente a la de occidente, y ven como Europa cada vez es más débil, por eso aprovechan el momento. Un país que vendería a su propia madre por volver a ser lo que fue en el pasado, y que muy seguramente nunca volverá a serlo, con un líder además, cada vez más autoritario. A nivel militar es muy potente, a nivel económico, muy pobre. Con 145 millones de habitantes, su PIB es ligeramente superior al de España (47 millones de habitantes), lo que la hace muy vulnerable a conflictos que se extiendan en el tiempo.
Además, las sanciones ya impuestas, las acabaremos pagando los europeos a corto plazo, con una energía disparada en precios, materias primas prohibitivas para la industria y cadenas de suministro que podrían volver a empeorar, generando aún más inflación. Lo vemos de manera más popular con los precios del petróleo y el gas natural, pero lo son de igual manera con materiales como la madera, el acero, los granos, etc.
Ya que aquí nos centramos en la inversión, podemos observar como las empresas del sector energético se han disparado durante los últimos días, como las de defensa hacían lo propio y como todo lo demás era mera venta, incluyendo al Bitcoin y sus amigas cripto.
Y es que no ha habido persona de negocios que haya querido entrar en Bitcoin (U otras cripto) a modo de valor refugio. La espantada volvió a ser grande, y vimos caídas aún mayores que las de las acciones, acentuando aún más la corrección. El oro, la plata y otras materias volvieron a ser las grandes ganadoras en refugio. Todos sabemos que el ser humano es un animal de costumbres...
Lo que ocurrirá de aquí en adelante no lo sabe casi nadie, pero como ya decíamos, podemos descartar casi con seguridad cualquier tipo de guerra abierta que pudiese escalar en algo mucho peor. La invasión continuará, se anexionarán ciertas regiones y harán como si no hubiese pasado nada. El resto del mundo seguirá alerta de posibles movimientos que se pudiesen producir, pero sus vidas volverán al punto de partida olvidando todo lo ocurrido.
Lo que nunca sabemos en realidad, es que cualquier día podría ser nuestro propio país en esa situación de guerra, siempre lo solemos ver como algo lejano, pero nos damos de lleno con la realidad cuando ésta estalla.
Lo que sería realmente bonito, sería dejar de anteponer las ansias de poder individuales (nacionales) y dejar de caer una y otra vez en los mismos errores como especie, que al fin y al cabo nos podrían llevar a nuestra propia exterminación por ingenuos.
Opinión Personal, APB
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